La importancia del estilo

“La elegancia no es solo belleza, es también la forma de pensar, la forma de moverte.”

Carolina Herrera

Cuando llegamos a los cuarenta años muchas veces nos empezamos a limitar en ciertas prendas que antes nos poníamos sin problema. Te ha pasado que piensas en: ¿Cómo me voy a poner ese escote o esa falda corta (no minifalda, tampoco abusen) si ya tengo más de cuarenta años? El rebasar cierta edad no está peleado con que nos pongamos prendas que están de moda o en tendencia, ¡al contrario! Podemos aprovecharlas para potenciar nuestra esencia, estilo e imagen y proyectar una imagen fresca y vanguardista. Utilizar prendas de moda nos favorece siempre y cuando respetemos nuestra talla y logremos un balance con otras prendas y accesorios que le den estilo y versatilidad.

A nuestra edad conocemos nuestro cuerpo a la perfección y sabemos qué tipo de ropa nos favorece y qué tipo de ropa no.  Además conocemos nuestro estilo, que ha evolucionado junto con nosotros, ¡es nuestra marca! 

Conforme nos encontramos en diferentes etapas de nuestra vida, el estilo va evolucionando o se va adaptando. Cuando recién comencé a trabajar en mi guardarropa tenía mayormente trajes sastres y tacones pero una vez que me convertí en mamá y también mi trabajo cambió, empezaron a predominar en mi guardarropa los zapatos bajos y pantalones casuales sin embargo seguía manteniendo mi estilo. 

Dentro del análisis de imagen física un tema muy importante que consideramos los consultores en imagen pública, además del color, de la forma y proporción del cuerpo y cara, es el estilo. El estilo no es un término banal o superficial ya que es lo que nos identifica, es la expresión de quiénes somos. Seguramente, te has dado cuenta de que a lo largo de los años has ido reflejando tu estilo a través de lo que te gusta escuchar, comer, bailar, leer y hacer. Incluso, tu forma de vida tiene un estilo, es el sello de tu personalidad y puedes destacar o pasar inadvertida simple y sencillamente por tu estilo.

Me gustaría decirte que el estilo no lo tiene la ropa, el estilo se lo damos nosotros en la forma en la que la utilizamos y en las combinaciones de color o de accesorios con las que complementamos.

Una parte muy importante para poder implementarnos en nuestro estilo es el autoconocimiento, quiénes somos, cual es nuestra esencia y qué queremos transmitir o comunicar.  

Existen 7 estilos universales

Para poder definir cuál es el nuestro, debemos de llevar a cabo una serie de pasos que nos orienten, como la aplicación de un cuestionario de estilo y un análisis de guardarropa.

Mientras, te invito a reflexionar con las siguientes tres preguntas que te ayudarán a que vayas definiendo tu estilo:

  • ¿Qué te motiva a comprar tu ropa? Definitivamente la compras por que te gusta, pero ¿por qué te gusta? Porque te sientes cómodo, formal, arreglado, divertido, creativo, o por que estás mandando un determinado mensaje. 
  • ¿Cómo clasificas tus prendas? 
    1. Básicos, ropa sencilla que combinan con todo.
    2. Con detalles, ropa que tiene algunas aplicaciones, bordados o texturas.
    3. Innovadora, ropa arriegada que rompe reglas.
  1. Lo que usas es por que te gusta o es impuesto, ya sea por tu trabajo, familia o entorno. 

Finalmente una vez que has pensado respecto a lo anterior, pregúntate qué es lo que quieres comunicar y proyecta tu estilo desde tu interior.

Si estás interesada en un análisis de estilo mándame un correo y con gusto te brindaré una asesoría personalizada.

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